Sé, No sé

Me sumerjo en un estado de somnolencia mientras los pensamientos giran en mi mente como un incesante carrusel. Una y otra vez, los mismos pensamientos vuelven a visitarme.
Sé que el azúcar es un veneno y está científicamente comprobado que es cancerígena, sin embargo, no puedo dejar de comer dulces a la noche antes de acostarme.
Sé que la harina es una bomba para el sistema digestivos y engorda, sin embargo, no puedo dejar de comer pan en cada ingesta.
Sé que la gaseosa sirve para destapar cañerías mas que para saciar la sed.
Sé que el supermercado de al lado de mi casa remarca los precios a su antojo, un 10% mas que el que queda a una cuadra, pero me da pereza caminar.
Sé que los bancos roban.
Sé que el gobierno miente.
Sé que los políticos tienen un discurso para afuera guionado y sectorizado.
Sé que izquierdas y derechas son manejadas por un mismo poder más grande.
Sé que hay una gran Elite que maneja el mundo.
Sé que hay una agenda para reducir la población.
Sé que la esclavitud no se abolió, sino que cambió de forma.
Sé que la ciencia es otra religión.
Sé que la religión es un placebo de los pobres.
Sé que hay extraterrestres entre nosotros.
Sé que la historia la cuentan los vencedores.
Sé que la televisión es una mentira.
Sé que la elite maneja hasta la simbología de las películas y redes.
Sé que la plata es papel pintado.
Sé que el sistema es una farsa.
Sé que el New Age es otra forma de panacea mentirosa.
Sé que los de arriba manejan las discordia en el pueblo para distraernos de todo esto.
Sé que el sistema educativo es una fábrica de obreros.
Sé que el poder nos véndelo que quieran.
Sé que mataron mucha gente por decir la verdad.
Sé que todo esto puede ser simplemente una simulación.
Sé que la única solución es la revolución de los de abajo.
Sé que para salir del sistema necesito al sistema.
Sé que voy a morir y pasare al olvido.
Sé.
No sé si sirve de algo saber.
No sé qué puedo hacer con toda esta información.
No sé qué me depara el día de hoy.
No sé si mi vida tiene algún sentido.
No sé si el destino esta escrito.
No sé si el mundo se extinguirá en algún momento.
No sé si dios existe.
No sé si la sociedad colapsara.
No sé si esto es un simple sueño de un alma.
No sé si mañana muero.
No sé.
A las cinco de la mañana, el implacable sonido de mi despertador me saca de un sueño efímero. Rápidamente, me visto y preparo una taza de café, lista para enfrentar otro día. La jornada comienza con un largo viaje de dos horas hacia mi lugar de trabajo, donde pasaré nueve horas haciendo realidad los sueños de otra persona.
La noche se avecina lejana, y con ella, la rutina que ha llegado a definir mis días. Después de mi jornada laboral, regresaré a casa. En el camino, haré una parada para comprar pan y una botella de gaseosa, los compañeros fieles de mis noches solitarias. Una vez en casa, me sumiré en el vasto océano de internet y series de televisión, escapando brevemente de la realidad.
Y así, como tantos otros días, me hallaré adormilado en mi sillón, atrapado en un ciclo aparentemente inquebrantable.
Sabiendo que el sistema me ganó.
Sin saber si algún día podre ganarle yo.

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