La zona gris (Nº5) – Somos ángeles encarnados

Una bella hada de nombre Valentina me susurra al oído verdades inentendibles. Sin embargo, las comprendo. Vemos un hombre a lo lejos. Me acerco. Lo tomo del brazo y lo hago elevarse del suelo. “Para volar solo hay que recordar” le digo mientras se despliegan unas frondosas alas en mis espaldas.
Me despierto, me siento más dinámico, como recién llegado de un vuelo nocturno.
Mylos me susurra al oído: «Somos ángeles encarnados.»

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