Día de la madre

Este año comencé un taller de escritura narrativa en donde termine de descubrir mi nueva pasión, ahí pude escribir una novela corta de índole thriller espiritual y me encuentro en proceso de otra más personal, hablando sobre la introversión que padecí varios años de mi vida. En ella indago, a veces con humor, si pudo haber sido por un trauma antes de mis seis años a quien bautizo «El bicho». En el devenir de la escritura y evocando recuerdos, logré reparar memorias falsas y deformadas. Una de ellas era sobre vos. Hoy, después de sanarte, de sanarme y así sanar nuestra relación, te puedo saludar en tu día sin ningún sentimiento distorsionado y por sobretodo sin tristeza, sino con el amor de lo que fue y es. En tu día te regalo un fragmento de mi novela la cual titulé “El bicho, biografía de un trauma”.
«Los recuerdos siempre están bañados de subjetividad, pero esa subjetividad que se forma puede cambiar con los años. Por la influencia de El Bicho, de los recuerdos falsos, o del condimento de sentimientos presentes que uno le pone a un recuerdo pasado. La memoria no es fiable. Un mismo hecho presenciado por dos personas es recordado de diferente manera. La memoria se puede manipular, está comprobado, y siempre es manipulada por uno mismo. Porque mi mamá estuvo presente a pesar que lo nieguen mis recuerdos. Estuvo ahí cuando me meaba, cuando me echaron por rapear el poema, cuando repetí injustamente, estuvo siempre ahí al pie de mi cruz. Mi mamá fue y es la más fiel custodia de mi niño interior. No lo pude ver hasta el día de hoy.»
¡Feliz día Mamá! te desea mi niño y yo.

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